TORREÓN, México. Oct. 19, 2009.- Chivas es un equipo inexpresivo. De un sólo rostro. Que ante Santos tuvo la necesidad de salir del orden defensivo que le ha impuesto Raúl Arias y se quedó paralizado.
Y es que Guadalajara, pese a jugar con 10 hombres desde el minuto 57, no puede poner pretexto por la primera derrota en la Era Raúl Arias.
Santos es un equipo poderoso en casa. Tiene por sistema manejar con corrección el balón y buscar siempre hacer daño a sus rivales. Es encimoso como un novio enamorado.
Lo intentó por todos los rincones de la cancha. Matías Vuoso es un tipo de esfuerzo y lucha, Darwin Quintero de visión y habilidad, y Fernando Arce y 'Lorito' Jiménez de combinación. Y entre todos poco a poco fueron avanzando rumbo al arco de Luis Michel.
Pero aún así, el diseño de Arias con dos contenciones, Mejía y Báez, y cuatro defensas apoyados desde las bandas por los medios Solís y Ponce, fue un cerrojo difícil de pasar. Santos tardó 42 minutos en abrirlo: Jiménez se coló por derecha y centró, Quintero remató el balón con tanta suerte que le pegó a Edgar Mejía y se coló a las redes del arco de Michel.
De Chivas a la ofensiva no hubo noticias en la primera parte, tampoco en la segunda.
Quizá hablen al interior del club que con 10 hombres es una apuesta compleja remontar un marcador, luego de que Aarón Galindo se hizo expulsar a los 57' , pero ni antes ni después Chivas tuvo claridad al frente. El medio campo lució roto, diseñado para defender antes que para atacar.
No importó demasiado que Santos perdiera color con los cambios. Chivas se quedó congelado sin saber que hacer con el balón en los pies. Desde la banca los tres cambios ofensivos; Marco Fabián, Omar Arellano y Ramón Morales, lucieron a destiempo y desubicados no pescaron una pelota con real peligro de gol.
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